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Ropa adecuada para el Salah, el ritual diario de las devociones

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Dios dice en el Corán: "Oh hijos de Adán, vestid bellamente en cada lugar de adoración,
y comed y bebed, pero no seáis extravagantes. En verdad, Él no ama a los extravagantes. Oh
hijos de Adán, vestid ropas limpias, puras, hermosas, que cubran vuestra desnudez cuando
realicéis las devociones rituales diarias y cuando hagáis la circunvalación de la Kaba." [7:31] Es importante y crucial aprender acerca de la vestimenta apropiada y la cobertura en el
Salah (las devociones rituales diarias obligatorias), ya que es una de las condiciones para la
aceptación de nuestro Salah. En esta breve entrada del blog, resumiremos los requisitos de la
vestimenta apropiada en la oración.
En primer lugar, la ropa que llevamos debe estar limpia. Nos reunimos con nuestro
Creador, el Señor de los Mundos, de pie ante Él. No iríamos a ver a un rey o a cualquier VIP con
un atuendo andrajoso e impuro. En segundo lugar, la ropa debe comprarse con dinero puro
(halal) y obtenerse de forma lícita. Por ejemplo, si una persona vende carne de cerdo o alcohol,
su dinero no sería puro. O si alguien roba ropa y se la pone, esto no sería aceptable para hacer
la Salah.
Al estar de pie para nuestras devociones rituales diarias, ciertas partes del cuerpo deben
estar cubiertas. Para los hombres, la ropa debe cubrir desde el ombligo hasta la rodilla, y los
hombros. Sin embargo, se recomienda cubrir más si se dispone de más ropa. En el caso de las
mujeres, debe cubrirse todo el cuerpo excepto la cara y las manos. Además, la ropa debe ser

holgada, no ajustada ni transparente. Por lo tanto, hacer la oración con vaqueros ajustados no
está bien ni para los hombres ni para las mujeres.
Los hombres deben procurar que las camisas sean lo suficientemente largas y que los
pantalones no cuelguen demasiado bajos para que, al inclinarse y arrodillarse con la cara en el
suelo, las partes del cuerpo que deben cubrirse (la parte inferior de la espalda y el trasero) no
queden al descubierto en estas posturas.
En conclusión, queremos subrayar que la Salah, la Devoción Ritual Diaria, es un
encuentro especial con Dios. Es crucial que uno preste especial atención a cubrirse
apropiadamente, sin extravagancia ni arrogancia, mientras se está presentable y profesional en
estas hermosas citas obligatorias diarias que tenemos la bendición de tener con Nuestro Señor,
el Más Generoso, el Más Misericordioso.

La Hermandad en el Islam

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Dios afirma en el Corán: «Los creyentes son hermanos». [49:10] Este pasaje es el fundamento del concepto de hermandad en el Islam. Dios recuerda a los discípulos del Mensajero Muhammad su favor sobre ellos y cómo Él unió sus corazones, «Recordad las bendiciones de Dios sobre vosotros cuando erais enemigos antes del Islam, luchando entre vosotros por la más mínima razón, y Él unió vuestros corazones a través del Islam, de modo que os hicisteis hermanos en vuestra fe a través de Su gracia.» [3:103]

La hermandad en el Islam consiste en amar a los creyentes por amor a Dios, tratarlos con amabilidad y respeto, y aconsejarlos y cooperar con ellos en la obediencia y los mandatos de Dios. El Mensajero Muhammad dijo: «Ninguno de vosotros cree verdaderamente hasta que ama para su hermano musulmán lo que ama para sí mismo». También dijo: «No os odiéis, ni os envidiéis, ni os apartéis unos de otros. Más bien, sed como hermanos, siervos de Dios. No es lícito a un musulmán abandonar a su hermano durante más de tres días».

Es este sentido del amor y la hermandad el que Dios menciona en Corán 3:103 y el que el Mensajero Muhammad inculcó en sus discípulos. Debemos cuidarnos los unos a los otros, sentir el dolor y compartir la alegría. El Mensajero Muhammad nos dijo que, como musulmanes, tenemos derechos los unos sobre los otros. Hay muchos derechos que los musulmanes tienen los unos sobre los otros. Entre esos derechos está el de responder al saludo de otro, responder a su invitación, suplicar por ellos cuando estornudan, darles consejo sincero cuando lo solicitan, visitarlos cuando están enfermos y seguir su cortejo fúnebre cuando mueren. El Mensajero Muhammad dijo: «El ejemplo de los creyentes en su amor y compasión mutuos es como el ejemplo de un solo cuerpo. Si una parte de él siente dolor, el resto del cuerpo es invadido por la fiebre y el insomnio».

Si otro musulmán comete un daño o una opresión, debemos hacer todo lo posible por detenerlo de una manera sabia que no conduzca a un daño mayor. Cuando otros musulmanes del mundo sufren, debemos suplicar a Dios y pedirle Su ayuda y asistencia. Debemos hacer lo que podamos por los demás, ayudándoles económicamente en obras de caridad, o proporcionándoles asistencia médica. Si tenemos la capacidad de presionar en su favor y concienciar sobre su difícil situación, debemos hacerlo lo mejor que podamos.

Es esta hermandad la que perdurará y será recompensada el Día del Juicio Final. Dios afirma: «Los que se hacen amigos por la incredulidad y el desvío serán enemigos entre sí el Día del Juicio, excepto aquellos que son conscientes de Dios cumpliendo Sus mandamientos y absteniéndose de lo que Él ha prohibido. Su amistad es eterna y no se romperá». [43:67]

Islam – La única fe monoteísta válida

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El islam es la única fe monoteísta válida. El monoteísmo es la doctrina o creencia de que
sólo existe un Dios. Muchas religiones afirman ser monoteístas. El islam es excepcional. El
monoteísmo del islam es radical porque no sólo enseña que sólo hay un Dios. Todos los demás
dioses se consideran dioses falsos. La creencia en el Único Dios no es suficiente para la
salvación. El islam es la devoción exclusiva al Único Dios Verdadero. No es simplemente una
creencia abstracta. En el islam, Dios no tiene iguales ni socios, ni hijos, ni cónyuge. Ningún
mensajero o ángel es similar o igual a Dios. El Islam consiste en someterse a los mandatos de
Dios y atenerse y seguir las leyes de Dios, reveladas a Sus Mensajeros y en Sus divinas
escrituras.
Si tomamos el cristianismo como ejemplo de otra religión que suele describirse como
monoteísta, podemos ver grandes diferencias entre ella y el Islam. El cristianismo enseña que
Dios es uno y que Jesús es el hijo de Dios, una parte de la trinidad. En el cristianismo, Jesús es
la figura central, pues se le considera Dios, Señor y Salvador, que murió en la cruz por los
pecados de la humanidad. El Islam rechaza la posibilidad de que Dios tenga un hijo o se encarne
en unhumano. Tales creencias se consideran desviaciones fundamentales del concepto único
de launicidad absoluta de Dios.
El rechazo de la noción de que Dios tenga un hijo está arraigado en varios principios
clave
dentro del Islam:

1. Unicidad de Dios: El islam hace énfasis en la unicidad absoluta de Dios, sin socios,
iguales ni descendientes. El concepto de que Dios tenga un hijo se considera una violación de
este principio básico, ya que implica una división dentro de la unidad divina.
2. Naturaleza increada y eterna de Dios: El Islam afirma que Dios es eterno,
autosuficiente e increado. La idea de tener un hijo implica un proceso de reproducción, lo que
contradice el concepto de la naturaleza eterna de Dios.
3. Rechazo de la humanización de Dios: El Islam rechaza firmemente cualquier
representación antropomórfica de Dios. La noción de que Dios tenga un hijo o se encarne se
percibe como una humanización de lo divino, atribuyendo cualidades y relaciones humanas al
Creador, lo que es incoherente con la trascendencia de Dios.
El concepto de una muerte sacrificial por los pecados de los demás está más cerca de
los rituales paganos que de una enseñanza del Dios Único y Verdadero. Dios es justo y
equitativo. No oprime ni agravia a nadie. Dios no pide cuentas a las personas por los pecados de
los demás, y mucho menos las castiga por ello. Para castigar a Su propio hijo, o a Sí mismo,
como se afirma, sería peor, a pesar de que un dios poder morir muestra una debilidad
inherente a ese dios, y por tanto también es problemático.
Dios nos creó a todos como iguales. No hizo a unos por encima de otros ni les concedió
a algunos un estatus especial en virtud de su linaje o de la religión de sus antepasados, como
hacen otras religiones llamadas monoteístas como el judaísmo. El Islam enseña que la única
virtud que se alcanza es aquella que una persona obtiene mediante la fe personal, la piedad y la
buena conducta. Sobre esta base Dios juzgará a la persona y la recompensará o castigará en
consecuencia.

El Islam enseña la creencia en todos los mensajeros elegidos por Dios y en las escrituras
reveladas. Todos ellos llamaban a la adoración exclusiva de Dios y ordenaban a la gente que
siguiera sus instrucciones y leyes de Dios, adhiriéndose a las enseñanzas y a los ejemplos vividos
por los mensajeros.

Dios dice: "Recuerda que Dios se dirigirá a Jesús hijo de María el Día de la Resurrección y le
preguntará si dijo a la gente que le adorara a él y a su madre además de a Dios. Jesús
responderá
declarando la pureza de Dios: 'No me pareció bien decirles otra cosa que la verdad. Si hubiera
dicho eso Tú lo sabrías, porque nada se te oculta. Tú sabes lo que guardo oculto en mi interior,
pero no sé lo que hay en Ti. Tú eres el único que sabe todo lo oculto y todo lo aparente". Jesús
dirá a su Señor: 'Yo sólo dije a la gente lo que Tú me ordenaste que les dijera: que te adoraran
sólo a Ti. Mientras permanecí entre ellos vigilé lo que decían y hacían. Cuando mi mandato
terminó y fui elevado al cielo con vida, Tú, oh Señor, vigilabas sus acciones. Tú eres
eres testigo de todo y nada se te oculta; por eso sabes lo que les dije y lo que dijeron después
de mí». [5:116-117] En conclusión, la doctrina monoteísta del islam destaca como una afirmación distinta y
completa de la unicidad absoluta de Dios. A diferencia de otros credos que afirman
monoteísmo, el islam va más allá del reconocimiento de una deidad singular; proclama la
devoción exclusiva al Único Dios Verdadero rechazando la noción de cualquier igual, socio o
descendiente. El rechazo de las representaciones antropomórficas de Dios, la insistencia en la
naturaleza eterna de Dios, y la firme negación del concepto de que Dios tenga un hijo son

principios del Islam. Se establece un agudo contraste con el cristianismo, donde la idea de la
trinidad y la muerte sacrificial de Jesús por los pecados de la humanidad difieren
fundamentalmente de las enseñanzas islámicas.
El islam hace énfasis en la igualdad entre todos los individuos, refutando cualquier noción de
estatus especial basado en el linaje o la religión ancestral. El islam reconoce y respeta a todos
los
mensajeros elegidos por Dios y las escrituras reveladas, haciendo hincapié en el mensaje
unificado de adorar sólo a Dios según Sus términos y condiciones exclusivamente.

La llamada a la oración (Athan)

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La llamada a la oración es el anuncio que se hace antes de cada una de las cinco
devociones rituales diarias. Significa que ha comenzado la hora de la Salah. Suele darse en las
mezquitas para anunciar el comienzo del tiempo de oración e invitar a los creyentes a asistir a
la congregación. Puede pronunciarse en cualquier lugar donde un musulmán desee realizar la
Salah obligatoria, sin limitarse a la mezquita. En árabe, la palabra athan significa «proclamar».

La llamada a la oración se introdujo en la comunidad musulmana tras la migración del
Mensajero Muhammad a Medina. La práctica del Islam se hizo pública por primera vez después
de haber permanecido en la clandestinidad en La Meca durante trece años debido a la
persecución. Una de las primeras cosas que hicieron los musulmanes una vez que el Mensajero
llegó a Medina fue construir una mezquita para que los musulmanes pudieran reunirse a
ofrecer sus devociones rituales diarias en congregación.Sin embargo, se dieron cuenta de que necesitaban una forma de convocar a la gente a las devociones rituales diarias. Era una época anterior a la invención de los relojes. El Mensajero Muhammad pidió sugerencias a sus discípulos. Algunos sugirieron una campana
como la que usaban los cristianos y otros un cuerno como el de los judíos. El Mensajero
Muhammad no aprobó ninguna de estas sugerencias, ya que el Islam enseña a sus seguidores a
ser distintos en sus devociones religiosas y a no imitar a los demás.

Esa noche, un discípulo llamado Abdullah ibn Zayd tuvo una visión en sueños en la que
un hombre se le acercaba y le enseñaba las frases que debía pronunciar en una llamada en voz
alta antes de la hora de cada devoción ritual diaria. Por la mañana, Abdullah transmitió su
sueño al Mensajero Muhammad. El Mensajero Muhammad aprobó estas afirmaciones, ya que
el sueño era una visión verídica, y las palabras se hicieron oficiales. El Mensajero le dijo que
enseñara las palabras a Bilal, un converso precoz de África Oriental, que tenía una voz más
fuerte y melodiosa. Bilal hizo el anuncio y se convirtió en el primer hombre en hacer la llamada
a la oración. Una vez hecho el anuncio, se supo que el sueño fue visto por múltiples creyentes
como confirmación de su veracidad y origen divino.

La llamada a la oración abarca todo lo esencial de la fe islámica en pocas palabras:
1. Comienza proclamando la grandeza y la gloria del Único Dios Verdadero.
2. Atestigua la Unicidad de Dios y Su derecho exclusivo a la adoración y la obediencia absoluta.
3. Niega todos los dioses falsos y la adoración de todo lo que no sea Dios.
4. Atestigua que Muhammad es el Mensajero de Dios.
5. Anima a la gente a acudir a uno de los mayores pilares del Islam: las devociones rituales
diarias.
6. Invita a las devociones rituales diarias y las equipara con la prosperidad, la salvación y el
éxito.
Hay muchas recompensas y virtudes de hacer la llamada a la oración, incluyendo:
● Es muy gratificante y aleja del mal y del demonio.
● Los que llaman al athan tendrán los cuellos más largos el Día del Juicio Final. Esto puede
significar:

o Que serán líderes en ese día, ya que los árabes describen a sus líderes con cuellos
largos para que sean visibles a los demás y puedan ser vistos por ellos.
o Serán los que más esperan la misericordia de Dios, ya que una persona estira el cuello
para ver lo que busca.
o Serán más altos que los demás el día en que toda la humanidad esté junta.
● El que llama a la oración hará que todo en la creación que escuche su llamada testifique a su
favor en el Día del Juicio Final.
● El Mensajero Muhammad describió al llamador como responsable, ya que se le ha
encomendado llamar a la gente a sus devociones rituales diarias y anunciar la hora de inicio del
ayuno y la finalización del mismo.
El que hace la llamada tiene que ser un varón, ya que las mujeres no deben gritar ni
levantar la voz, pues va en contra de las normas de modestia. El que llama suele mirar en
dirección a La Meca y luego hace la llamada en voz alta y melodiosa. Suele colocarse las manos
sobre las orejas o los dedos índices en los oídos. Cuando se oyen las palabras, se recomienda
repetirlas en secuencia. Una vez finalizada la llamada, se recomienda hacer ciertas súplicas,
entre ellas pedir a Dios que bendiga y honre al Mensajero Muhammad, y rezar lo siguiente:
"Oh Dios, Señor de esta llamada completa, y de la invitación, y de las devociones rituales
diarias prescritas establecidas, concede a Muhammad los medios, y el lugar más virtuoso y
elévale a la posición loable que Tú le has prometido."

Lazos familiares en el islam

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En el islam se hace mucho hincapié en los lazos familiares y en toda la institución de la
familia. La familia es una unidad que debe basarse en los principios de la fe, el amor y la
búsqueda de la complacencia de Dios. La familia basada en la fe ayuda a la persona en esta vida
y en la otra. Dios dice: «Dios es quien os ha dado esposas de entre vosotros, y a través de ellas
os ha dado hijos y nietos y os ha provisto de bienes». [17:72] El mensajero Muhammad nos
informó de que después de la muerte, las oraciones de los hijos justos siguen beneficiando a los
padres.

La familia en el islam comienza con el matrimonio entre un hombre y una mujer
creyentes. Los musulmanes sólo deben casarse con musulmanes. La perspectiva debe ser casta
y modesta. Esto también procede de los favores de Dios, como dice en el Corán: «Otro de Sus
signos es que creó esposas de entre vosotros para que viváis con ellas en tranquilidad: ordenó
el amor y la bondad entre vosotros. Verdaderamente hay signos en esto para los que
reflexionan». [30:21] El mensajero Muhammad nos animó a elegir cónyuges que valoren su fe y
quieran complacer a Dios.

Un esposo y una esposa que construyen su familia sobre la fe en Dios, el amor mutuo y
el respeto tendrán una unidad fuerte. El mensajero Muhammad nos animó a tener hijos y a
educarlos en la fe adecuada y en un carácter recto y decente. A lo largo de la historia de la
humanidad, los hijos han sido considerados beneficiosos por múltiples razones. Cuidar de sus
padres en la vejez y proporcionar a sus padres el sentimiento de orgullo de tener una descendencia. Los hijos también son beneficiosos para la fe y el camino espiritual de cada uno,
cuando se cumple con responsabilidad el papel de padre. Por eso es tan importante una
paternidad buena y profética. Cuando el marido y la mujer buscan complacer a Dios, trabajan
duro en sus diferentes roles dentro de la familia y crían buenos hijos, Dios bendice sus
esfuerzos.

Se anima a los padres musulmanes a enseñar a sus hijos sobre Dios, el rito de adoración,
la fe y otros asuntos importantes desde una edad temprana. La enseñanza debe realizarse
mediante el modelado de un comportamiento adecuado. Se dice a los padres que introduzcan
el rito de adoración y la devoción a Dios a sus hijos de forma gradual para ayudarles a formar
buenos hábitos y modales en la adoración. Se nos pide que enseñemos a nuestros hijos a tener
buena conducta y modales y a conocer diferentes protocolos que necesitan en la vida personal
y pública, desde respetar a los mayores hasta comer y beber. Si este proceso se lleva a cabo
correctamente, los padres se benefician, ya que reciben una recompensa de Dios cada vez que
uno de sus hijos realiza una buena acción. Los hijos también se benefician porque forman parte
de la siguiente generación que un día formará sus propios lazos matrimoniales y familiares.
Dios dice: «En cuanto a los que creen y cuyos descendientes les siguen en la fe, elevaremos a
sus descendientes a su rango, sin descontar nada de la recompensa de sus obras. Cada persona
cosechará sólo lo que haya sembrado». [52:21]

Los lazos familiares en el islam no se limitan a padres e hijos, la familia nuclear, sino que
se extienden más allá. Dios nos ordena unir los lazos de parentesco y de sangre. Una de las
primeras órdenes que dio el mensajero Muhammad cuando llegó a la ciudad de Medina fue
unir los lazos de parentesco. Dios vincula la fe con los lazos familiares en el Corán: «Es muy probable que si os apartáis de tener fe en Dios y de seguirle, haréis mal en la tierra con la
incredulidad y los pecados, y cortaréis los lazos familiares, como solíais hacer en el período de
la ignorancia (antes de que descendiera el Corán)». [47:22]

Con todo lo anterior, debería quedar suficientemente claro que la familia ocupa un lugar
importante en el islam. Si la unidad familiar agrada a Dios y posee buen carácter y conducta,
otras familias del vecindario y la comunidad se verán influenciadas positivamente. Es como un
efecto dominó cuando numerosas familias son así y, en última instancia, la sociedad se
beneficia y se reforma. Los fuertes lazos familiares disminuyen el comportamiento antisocial y
la delincuencia y crean una comunidad en la que los miembros se ayudan mutuamente.

¿Qué nos enseña el Corán?

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El Corán es la última palabra de Dios a la humanidad. Contiene todo lo que los seres
humanos necesitan para adorar a Dios y vivir una vida buena y plena mientras se preparan para
su vida en el Más Allá. Para ello, el Corán nos enseña los temas más importantes que debemos
conocer.

El Corán se centra en gran medida en el establecimiento de creencias adecuadas. Sin la
creencia correcta en el Único y Verdadero Dios, no habrá éxito final. Dios nos dice que
reflexionemos sobre los signos que ha puesto para nosotros. Los signos en el universo, en
nuestra propia creación y en nuestros cuerpos, y en los ciclos vitales que vemos a nuestro
alrededor. Dios se describe a Sí mismo ante nosotros mencionando Sus nombres y atributos, ya
que éstos nos permiten amarle, reverenciarle y adorarle mediante la gratitud y la obediencia.
Esto crea en nosotros un sentido de conciencia de Dios que garantiza que nuestra creencia en
Dios esté arraigada en el corazón y sea coherente en público y en privado.

Dios también nos habla de la realidad de la muerte y de la vida después de la muerte.
Mediante la creencia en el Día del Juicio, sabemos que todo lo que hagamos en esta vida será
cuestionado y juzgado por Dios y que tendremos que rendir cuentas. Nadie puede escapar al
Juicio Divino. Dios nos habla de Satanás y de sus tramas malignas para que seamos conscientes
de ellas y aprendamos a protegernos de ellas. Dios también menciona otros sistemas de
creencias y religiones creadas por el hombre y sus falsedades y contradicciones.

El Corán se centra en historias de las naciones del pasado, de los Mensajeros de Dios y
de sus seguidores y adversarios. Las historias abarcan numerosos incidentes de la vida del
Mensajero Muhammad. Estas historias contienen lecciones, moralejas y principios. Por
ejemplo, la historia puede tratar de las luchas que tuvo un Mensajero de Dios con su familia o
su salud. La historia nos contará las características que mostró el Mensajero y la forma en que
superó esa dificultad y prueba. Esas lecciones se aplican a cualquiera que se encuentre en una
situación similar.

El Corán habla de leyes y mandamientos. Son las obligaciones que Dios nos ha impuesto,
como en la adoración ritual, los parámetros en las transacciones financieras y las normas
familiares. Esto permite a los musulmanes comportarse de la manera más agradable a Dios y
beneficiosa para los demás. Estos mandamientos también contienen prohibiciones de actos
perjudiciales como el aborto, el asesinato y el robo, o de vicios que dañan a la persona como la
fornicación, la sodomía, el adulterio, la bebida y el juego.

El Corán habla del desarrollo del carácter. Nos anima a incorporar atributos buenos y
nobles que nos ayuden a protegernos de Satanás y, al mismo tiempo, nos beneficien a nosotros
mismos y a los demás. Se trata de cualidades como el recuerdo de Dios, ser honesto y amable,
ser misericordioso con los demás, la generosidad e ignorar a los insensatos. También se incluye
lo contrario: características que son malas y perjudiciales, como ser avaro, mentir y engañar.
De forma similar al último punto, el Corán también se centra en el desarrollo espiritual del
carácter. Esto incluye acciones que son internas y proceden del corazón. Por ejemplo, amar a
Dios, confiar en Él, esperar Su recompensa y temer Su castigo. Asimismo, también se destacan
las características espirituales perjudiciales, como la ira, los celos y el orgullo.

El Corán ofrece a la humanidad una guía completa y sana a través de los temas y
asuntos que aborda. El Camino de la Salvación consiste en aplicar el Corán en la propia vida
para ganarse el favor de Dios y tener éxito en esta vida y en la otra.

Sacrificio ritual en el islam

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La segunda celebración musulmana anual del año se llama Eid al-Adha, la Celebración del sacrificio. Los musulmanes de todo el mundo celebran este día adorando a Dios y glorificándole. Uno de los principales actos de adoración que se fomentan en este día es el sacrificio ritual de determinados animales. El mensajero Muhammad ofrecía este sacrificio ritual y animaba a sus seguidores a hacerlo, si eran económicamente capaces. Los musulmanes pueden sacrificar ritualmente ciertos animales a lo largo del año por diversos motivos, como el banquete de una boda o el nacimiento de un hijo, en agradecimiento a Dios. También se puede sacrificar un animal para consumirlo. La mayoría de la gente no sacrificará un animal entero para el consumo de carne, sino que acudirá a su carnicero local Halal o Kosher y comprará la carne que necesite.

Sin embargo, el sacrificio ritual en los días del Eid al-Adha, que tiene lugar del 10 al 13 del último mes del calendario islámico, es el momento en que muchos ofrecerán un animal en sacrificio ritual. Para que el acto del sacrificio ritual sea correcto, deben darse una serie de circunstancias:

  • Este acto de devoción se exige a quienes tienen capacidad económica. Debe llevarlo a cabo la cabeza de familia o quienquiera de la familia que esté en condiciones económicas de hacerlo. Un animal es suficiente para toda la familia. Los pobres y necesitados no tienen que ofrecer este sacrificio.

 

  • Para el sacrificio ritual del Eid al-Adha, el animal ofrecido sólo puede ser de tipos de ganado específicos, que son ovejas, cabras, vacas o camellos.

 

  • El animal debe haber alcanzado la edad mínima para poder participar en el ritual, que es de seis meses para un cordero, un año para una cabra, dos años para una vaca y cinco años para un camello.

 

  • El animal debe estar sano. No debe estar cojo, enfermo, demacrado ni tener defectos evidentes, como la falta de un miembro.

 

  • El sacrificio ritual del Eid al-Adha comienza después de la oración congregacional del Eid, el 10 de Dhul-Hiyyah (duodécimo mes del calendario islámico), y dura hasta la puesta de sol del 13 de Dhul-Hiyyah.

 

  • Quien realice el sacrificio ritual debe ser un musulmán adulto que esté familiarizado con las normas del sacrificio ritual.

 

  • La persona debe invocar el nombre de Dios diciendo «Bismillah» (con el nombre de Dios), mientras realiza el sacrificio ritual.

 

  • Si es posible, el animal debe estar orientado en dirección a La Meca (Qiblah) antes del sacrificio ritual.

 

  • El sacrificio ritual debe realizarse con un instrumento afilado, como un cuchillo. Esto se hace para que el sacrificio se complete rápidamente y con la mínima angustia para el animal.

 

  • Debe tratarse al animal con delicadeza y no asustarlo previamente, como, afilando un cuchillo delante de él antes del sacrificio.

 

  • El sacrificio ritual se lleva a cabo seccionando la tráquea y los vasos sanguíneos, venas yugulares, del animal cortando a través de la garganta. La cabeza del animal no se secciona por completo, ni se corta la médula espinal.

 

  • Debe drenarse toda la sangre del cuerpo del animal antes de proceder a desollarlo y cortarlo.

 

  • La carne del sacrificio ritual ofrecido en Eid al-Adha debe dividirse en tres partes: un tercio para que se lo coman el oferente y su familia, un tercio para regalar a amigos y familiares, y un tercio para distribuir entre los pobres y necesitados.

Las primeras palabras de Dios a Mohammed

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El Corán consta de 114 capítulos y más de 6.000 versículos. Los eruditos del islam siempre se han basado en la primera revelación para ver cómo comenzó el mensaje del islam. Sabemos que la primera revelación tuvo lugar en el mes de Ramadán, tal y como lo menciona Dios en el Corán. Cuando Muhammad se acercaba a los 40 años, solía ir a la montaña de Hira durante noches sucesivas. Se dirigía a una cueva hacia la cima de esta montaña para adorar a Dios y mostrar devoción. No aprobaba las malas prácticas de su pueblo y el paganismo generalizado y esta práctica de retiro le resultaba atractiva.

Una noche, mientras estaba en la cueva, se le apareció el arcángel Gabriel. Le ordenó que leyera. Muhammad, como hombre iletrado, respondió que no sabía leer. Gabriel le apretó y luego le soltó, repitiendo la orden de leer. Muhammad dio la misma respuesta. Gabriel le apretó y le soltó y luego le ordenó que leyera las primeras palabras de Dios.

Estas palabras son los cinco pasajes iniciales del capítulo 96 del Corán. «¡Lee! En el nombre de tu Señor que ha creado: Creó al hombre de una forma adherente de sangre después de ser una gota de semen. ¡Lee! Tu Señor es el Más Bondadoso, abundante en generosidad y bondad, que enseñó a los hombres a escribir y a usar la pluma, que enseñó al hombre lo que no sabía».

Estos versículos contienen la base y la esencia del mensaje del Islam. Anunciaban el encargo de Muhammad como Mensajero de Dios. Muhammad comprendió a través de ellos que se le estaba revelando algo asombroso. Estas cinco frases hablan de la importancia de hacer todo sólo con el nombre de Dios buscando Su ayuda, bendiciones y protección, y de acuerdo con Sus mandatos y enseñanzas. Las palabras divinas subrayan la importancia de aprender, leer, escribir y obtener el conocimiento adecuado de Dios, ya que son la base para conocer y comprender los mandatos de Dios.

Los pasajes muestran que sólo el Único Dios Verdadero es digno de toda adoración y devoción. Esto se debe a que sólo Dios es el Creador y Amo del universo. Él creó a la humanidad y describe el desarrollo humano en las diferentes etapas de la vida. Éste es sólo uno de los muchos signos de Dios. Por ello, las personas deben dirigirse a Dios en adoración y gratitud por sus bendiciones. A cambio, Dios les mostrará generosidad, amabilidad, misericordia y abundante bondad.

Celebración del Eid

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El mes de Ramadán termina cuando se divisa la luna creciente del mes de Shawwal (décimo mes lunar islámico). El primer día de Shawwal se celebra el Eid al-Fitr (la celebración de la ruptura del ayuno). Es un día de felicidad y celebración por el ayuno y la devoción del mes anterior. Está prohibido ayunar este día. Hay una serie de actos importantes que puedes realizar en este día:

1. Antes de este día, asegúrate de haber pagado el Zakat al-Fitr. Esta es una caridad que se da en los últimos días de Ramadán a los pobres para que también puedan celebrar el Eid. Puedes pagarlo en tu mezquita local o a través de una organización benéfica musulmana.

2. Una vez que hayas cumplido tu último ayuno, comienza la noche del Eid. Se recomienda recordar a Dios desde ese momento hasta la devoción ritual del Eid a la mañana siguiente. Debes decir: «Dios es el Más Grande, Dios es el Más Grande, no hay nadie digno de adoración excepto Dios, Dios es el Más Grande. Dios es el Más Grande, Dios es el Más Grande, y todas las alabanzas son para Dios».

3. En la mañana del Eid, debes prepararte para la devoción ritual con la comunidad musulmana de la siguiente manera:

  1. Bañarse
  2. Vestir con ropa limpia
  3. Aplicarse perfume (en el caso de los hombres)
  4. Comer algo antes de ir a la oración, ya que no está permitido ayunar en este día

4. Asistir a la devoción ritual del Eid

    1. Se celebra en la mezquita local o en otro lugar que la mezquita local anuncie, como un parque o un salón.
    2. Se recomienda a todos los musulmanes que asistan a esta devoción ritual.
    3. Las mujeres que tengan la menstruación también deben asistir, pero no participan en la devoción ritual, sino que escuchan el sermón.

5. La devoción ritual del Eid consta de dos unidades:

      1. En la primera unidad, el imam hará siete takbirs adicionales (decir Dios es grande) después de haber pronunciado el primer takbir para comenzar la devoción ritual.
      2. El resto de la unidad es igual que cualquier otra devoción ritual.
      3.  En la segunda unidad, el imam hará cinco takbirs adicionales (diciendo Dios es grande).
      4. El resto de la unidad es igual que cualquier otra devoción ritual.

6. Después de la devoción ritual, el imam dará un breve sermón.

7. Después de esto, la devoción ritual está completa.

8. Es costumbre que los musulmanes se saluden después de la devoción ritual. Se puede felicitar a los demás, y suplicar por ellos, por ejemplo diciendo: «Que Dios acepte nuestras buenas acciones».

Desafíos del ayuno para un nuevo musulmán

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La experiencia del ayuno para un nuevo musulmán puede presentar algunos retos. En esta publicación analizaremos algunos de ellos:

El ayuno con familiares no musulmanes

Durante el mes de Ramadán, los musulmanes se abstienen de comer, beber y mantener relaciones íntimas desde el amanecer hasta la puesta del sol. Los musulmanes también se mantienen alejados de los pecados y los deseos ilícitos durante el mes de Ramadán. Esto no es algo con lo que muchos no musulmanes estén familiarizados.  Al estar rodeado de personas que comen y beben o cometen pecados, el nuevo musulmán puede sentir cierta incomodidad.

Es importante tener un lugar en la casa donde pueda concentrarse en su adoración y bienestar espiritual. También debe ser diligente a la hora de tomar la comida antes del amanecer, ya que la comida es más tentadora cuando se tiene hambre. También es una buena idea empezar a ayunar en el mes anterior al mes de Ramadán para que el cuerpo se acostumbre al ayuno, ya que después de un tiempo el cuerpo se adapta y siente menos hambre.

Es decisión personal hacer partícipe a la familia de la experiencia, si se adaptan al islam. O mantenerla en privado, si son hostiles.

Ayunar en una sociedad no musulmana

En los países no musulmanes, la mayoría de la gente seguirá su rutina normal durante el mes de Ramadán. Esto puede significar que a veces le cueste encontrar la espiritualidad que los musulmanes de los países de mayoría musulmana asocian con el mes de Ramadán. Una buena manera de superarlo es ver si hay otros musulmanes en tu zona con los que puedas reunirte, leer el Corán o estudiar con ellos, o hacer juntos un proyecto benéfico. Asistir a la mezquita de tu localidad durante un breve periodo de tiempo también es una buena forma de ayudarte a concentrarte y a entrar en el espíritu comunitario del mes de Ramadán. Si no puedes hacer nada de lo anterior, puedes pasar tiempo en casa rezando, leyendo el Corán, escuchando conferencias islámicas o leyendo lecturas generales sobre temas islámicos, todo ello puede ser una buena forma de pasar el tiempo durante el mes de Ramadán.

Ayuno y trabajo

La mayoría de los musulmanes siguen trabajando durante todo el mes de Ramadán. No hay nada malo en ello, de hecho, es de esperarse. Sin embargo, esto puede requerir una mejor gestión del tiempo en el mes de Ramadán. Si pasas la mayor parte del día en el trabajo, el tiempo de la tarde debe dividirse en momentos de adoración y descanso. Si te hidratas bien, tomas una buena ración para tus comidas antes del amanecer y al atardecer, y descansas, podrás combinar trabajo y adoración y aprovechar el mes de Ramadán al máximo.

Aislamiento social

Las familias musulmanas suelen romper el ayuno juntas y acudir a la mezquita con otros musulmanes. Sin embargo, es posible que no tengas ningún musulmán cerca con quien hacerlo o una mezquita cercana. En este caso, tal vez los miembros no musulmanes de tu familia estén dispuestos a cambiar la hora de la cena para que coincida con la puesta de sol y así adaptarse a tu horario de comidas. Puedes convertir una parte de tu dormitorio en un lugar donde sentarte y concentrarte en la adoración. Aquí puedes rezar a Dios, leer el Corán y otros libros islámicos, y ofrecer tus devociones diarias obligatorias, Salah, y las devociones nocturnas opcionales.

Desafíos físicos

Ayunar por primera vez es difícil para la mayoría de la gente. Tu reloj interno y todo tu sistema se verán alterados si no estás acostumbrado a despertarte en la última parte de la noche para comer la comida de antes del amanecer (suhur). Es posible que experimentes algunos o todos los síntomas siguientes en diversos grados: dolores de cabeza, fatiga, falta de paciencia y fastidio («hambre»), y niebla cerebral/lentitud mental. Estas experiencias físicas suelen disminuir cuanto más ayunes.

Sentirás el dolor ardiente del hambre y el fuerte anhelo de una gota de agua fresca. La buena noticia es que estas sensaciones desaparecen. El hambre y la sed son como olas que vienen y van, y si estás preparado, puedes cabalgar las olas y disfrutar del viaje de la lucha, la disciplina y la resistencia, reconociendo que eres capaz de más de lo que pensabas, y experimentar la dulzura de acudir a Alá en busca de ayuda.

Es probable que experimentes muchos desafíos de todo tipo durante el ayuno: físicos, sociales, emocionales, psicológicos y espirituales. Recuerda tu intención y acude a Alá cuando las cosas se pongan difíciles. Mantente ocupado con actos de adoración planificados y otras actividades beneficiosas. Prepárate para lo peor y espera lo mejor, y lo más importante: NO TE RINDAS.